Cuándo un inversionista debe decir que no; 3 momentos clave.
Un rasgo característico de quien invierte es arriesgar, se necesita un punto de osadía para poner en juego un capital o un patrimonio, pero por más valiente que sea este perfil hay que saber cuándo un inversionista debe decir que no.
Los inversionistas más exitosos poseen justamente esa capacidad para analizar todas las piezas, ver hacia futuro y decir un rotundo no cuando no le convenga un trato.
Un buen inversionista sabe detectar y comprender los riesgos antes de hacer cualquier movimiento. Frente a una inversión habrá diferentes riesgos financieros derivados de las prospecciones, el contexto sociopolítico, los aspectos inesperados, los márgenes de ganancia, el retorno de inversión, las características del proyecto, los tiempos o los plazos, entre otros elementos. Estos son algunos de los riesgos de inversión que enfrentan los inversionistas.
- Riesgo sistémico: afectaciones propias del mercado, como una crisis económica.
- Riesgo no sistémico: es un impacto particular para una empresa en específico.
- Riesgo de liquidez: falta de recursos en efectivo en una transacción.
- Riesgo de financiamiento: tiene que ver con la capacidad para poder pagar un préstamo solicitado.
- Riesgo legislativo o normativo: cambios en las leyes por parte del gobierno.
- Riesgo de tipos de interés: derivado de los plazos y tasas de interés.
- Riesgo de inflación: proviene del aumento de precio en insumos o en la cadena de suministro.
3 momentos clave cuando un inversionista debe decir que no
Una inversión siempre buscará una ganancia, así que la decisión debe ser estratégica para obtener los mejores beneficios de lo que se invierte. Es importante evitar las inversiones de moda, no hacer movimientos precipitados ni prematuros y considerar cuál es el objetivo, la rentabilidad deseada, el tiempo de retorno, la liquidez, los plazos y el alcance de la inversión.
Teniendo en mente lo anterior estos son los 3 momentos en un inversionista debe decir que no:
1. Cuando no entiendes el mercado o el proyecto
Este es un punto fundamental, ya que tiene que ver con el análisis, la planeación y el ser estratégico. Muchas veces escucharás sobre una buena inversión que está dejando grandes rendimientos y que el momento de invertir es ahora, pero es mejor decir que no cuando notes que desconoces sobre el tema, el mercado o el proyecto.
Puede ser un “no” parcial, es decir, solo para ganar tiempo y hacer tu estudio para tener un mejor panorama o puede ser un “no” rotundo porque sea un mercado que realmente te es ajeno y no tienes la forma de comprenderlo a fondo. Si no sabes en qué estás invirtiendo perderás estrategia, tiempo, visibilidad y recursos.
2. Cuando percibas que estás siendo impulsivo
El perfil del inversionista moderno cada vez se aleja más de la imagen romántica de ese hábil cazador de oportunidades, con un olfato para hallar las mejores opciones. Las nuevas tecnologías ofrecen tantos datos e información relevante que permiten tener una toma de decisiones más objetiva.
Ser impulsivo o demasiado emocional es peligroso para cualquier inversionista, porque el mercado se comporta con ambivalencia, así que muchas veces presenta una cara bondadosa y parece que todo va bien como para triplicar las ganancias y después de un tiempo se desinfla. Es recomendable decir no a esa euforia de mercado y no ser impulsivo.
3. Cuando identifiques que estás en una situación desfavorable
Parecería obvio pensar que ante condiciones desfavorables lo mejor es no invertir, pero suele ser uno de los errores más comunes en los inversionistas. Es uno de los momentos más importantes en que se debe decir que no.
Observa el panorama completo y verifica que haya un balance entre los riesgos, las condiciones y los requerimientos.
Si bien es importante que al decidir invertir no pienses que ganarás mucho en poco tiempo, también es importante saber mantener tus inversiones y saber tomar las ganancias en el momento adecuado.
Estos 3 momentos clave de cuándo un inversionista debe decir que no, te ayudarán para tomar mejores decisiones. Asimismo, toma en cuenta que tú debes generar las condiciones a tu favor, por ejemplo, al diversificar tus inversiones, busca diferentes empresas, sectores o proyectos, aunque tendrás que analizar diversas condiciones de mercado tendrás mayores posibilidades de obtener más ganancias.